Blogia
cristal2

TENGO DEPRESION ¿¿¿¿????

TENGO DEPRESION ¿¿¿¿???? Me parece que tengo depresión, es decir; ¡mala uva!, pero con el código moral de los dioses, bajo el brazo, esa mala uva te la tragas; la digieres mal; se te hace una bola en el estómago y se transforma en DEPRESIÓN; es decir; quitar presión a la ira.

He ido al médico y le he dicho;
-¡Doctor!, tengo depresión-
El doctor muy circunspecto me ha preguntado:
-¿Lloras a menudo?; ¿No tienes ganas de levantarte de la cama?; ¿estas cansada?
-Si- he respondido- todo eso me pasa, menos llorar...pero oiga Vd., me pasa porque vengo dándome cuenta desde hace tiempo que la vida es una mierda; que los sueños son mentira; que el amor es una carambola y que tengo ganas de liarme a tortas con medio mundo.
-Tienes depresión- me ha dicho, y sin más auscultaciones verbales, ha cogido un bolígrafo y se ha puesto a escribir en esas papelinas blancas con rayas verdes.

Me lo entrega con la recomendación de que me tome una pastilla cada mañana.
Leo; Prozac.
-¿Y con esto se me quita la depresión?- he preguntado “ingenuamente”.
-Si, pero debes tomártelas por los menos durante tres meses.Esta contestación ha sido automática. Después... me ha mirado, porque yo no dejaba de mirarlo. Ha cruzado las manos sobre la mesa y se ha mesado el cabello. Se preparaba para darme una explicación concienzuda de lo que era una depresión. Me ha vuelto a mirar y se ha echado a reír:
-¡Tu sabes que no!. Sabes que esto es un engañabobos. Saca tu fuerza de dentro, pero mientras no tengas fuerzas, tómate la pildorita y no rompas la receta.

-La fuerza la tengo detrás de la rabia, y hasta que no saque la rabia, no tengo fuerza, ¿ alguna idea que no sea matar gente?.-
Hemos estallado los dos en sonoras carcajadas que a buen seguro se oían fuera. Nos conocemos desde hace tiempo. Yo también sé de las depresiones del doctor y hemos acabado llorando de la risa y despidiéndome con la receta de marras.

-Al menos me has quitado la mía, si supieras como estoy yo... ¿Cuánta gente dices que hay fuera?-
-Trescientos- le he contestado- y hoy no te toca carne fresca porque todo son viejos... y me he ido mientras escuchaba:

-No olvides pedir hora para el oculista. Te duele la cabeza de eso.

He cogido el coche hasta un lugar de árboles. He pateado unos cuantos; he insultado al vecino de arriba por tirar de la cadena todos los días a las tres de la mañana; a la vecina de al lado que me tiene harta con sus noches en cinemascope; a los del gas porque se han pasado en la factura, cuatro pueblos y el Ampurdán; a los que ni andan ni dejan andar... y quiero dejar a más gente al margen...

¡Oye que relax!. Me he quedado bien; amansaíta...y de nuevo he vuelto a tirar la receta por la ventanilla del coche.

Ya me parece que tengo menos...ira, aunque lo de la vista no lo voy a poder dejar...

Clara

0 comentarios